Resolución de Túnez
¡Somos mujeres, somos fuertes!
¡Por fin! La 3ª Conferencia Mundial de Mujeres de Base se celebró en Túnez (ciudad)/Túnez (país) del 3 al 9 de septiembre de 2022 de forma solidaria, inquisitiva, polémica, autoconsciente y confiada en la victoria. Con una manifestación combativa bajo mucha atención de los medios de comunicación, una inauguración solemne, 31 talleres, una asamblea general rica en contenido, veladas culturales inspiradoras y una sesión plenaria de clausura conjunta, inspiró espíritu y sentimientos bajo el lema «Somos mujeres, somos fuertes». La conferencia, que contó con 450 participantes, 93 delegadas de 42 países, se conquistó gracias al incansable trabajo de las anfitrionas cordiales del Comité de Mujeres, Latifah Tamallah, junto con el comité preparatorio tunecino con casi 10 organizaciones: organizaciones de mujeres y de derechos humanos, sindicatos, mujeres rurales, así como de las coordinadoras de las mujeres del mundo y de innumerables activistas de todo el mundo. Todo esto con el viento en contra de un mundo cuyos sistemas dominantes sólo existen en las crisis: crisis económicas, crisis políticas, crisis medioambientales, crisis alimentarias, crisis de la política burguesa de refugiados, crisis sanitarias, crisis de endeudamiento … Muchas regiones del mundo ya han sido sacudidas por las guerras en las últimas décadas. La guerra por Ucrania conlleva como una nueva cualidad el peligro de una Tercera Guerra Mundial, una catástrofe nuclear debida a la guerra injusta de ambas partes. Nos encontramos en una crisis medioambiental global y ella está transformándose en una catástrofe que destruye nuestra existencia.
Ambas cosas muestran implacablemente: el imperialismo lleva a la guerra y destruye nuestras bases de vida. Los principales belicistas siguen siendo los EE.UU., la OTAN y todas las potencias imperialistas no se detienen ante nada en su lucha competitiva. La manipulación burguesa de la opinión utiliza la guerra en Ucrania para desviar la atención de otros focos.
Nosotras, en cambio, vemos el contexto: la ocupación de Palestina por el Israel sionista que viola al derecho internacional público. La brutal agresión de Turquía contra Rojava y 10 años de «revolución de mujeres». El terror de los fanáticos religiosos, los yihadistas, los talibanes contra las masas en Afganistán. El pisoteado derecho de autodeterminación del pueblo del Sahara Occidental. La particular explotación neocolonial de África.
Para las mujeres del mundo, todo esto significa un sufrimiento inconmensurable, humillación, dolor: oímos hablar de feminicidios, violencia sexualizada, mutilación genital, matrimonios infantiles, pezones cortados como trofeos, vientres de mujeres embarazadas cortados vivos, flagelaciones, bebés de las familias en fuga ahogados y arrastrados a las playas, machismo, sexismo, prostitución forzada –incluso de niños–, opresión hasta asesinato de LGBT+, muertes de mujeres por abortos denegados, violaciones masivas como arma de guerra ordenada, metódica y destinada como recompensa, bajos salarios, flagrantes diferencias salariales persistentes frente a los hombres, desempleo masivo, pobreza en la vejez, inflación exorbitante, sequías e inundaciones, encarcelamiento, terror y tortura contra las mujeres luchadoras de la resistencia y las revolucionarias. Hemos oído cómo la campesina vive y protesta contra la destrucción de la Madre Tierra, su hábitat. Todo esto no ocurre sólo en las llamadas «zonas atrasadas del mundo», sino también en medio de los llamados «países ricos y avanzados», ¡precisamente bajo el dominio imperialista! Estos son los rostros de la doble y triple explotación y opresión de la masa de las mujeres, de la violencia sexualizada con todas sus asquerosas caras por parte de los mayores perpetradores violentos con impronta patricarcal: los órdenes estatales y familiares de los países feudales, capitalistas e imperialistas. Por eso exigimos la retirada de todos los imperialistas de nuestros países. OTAN fuera de nuestros países.
En todo el mundo, las mujeres luchan contra los crímenes medioambientales. Trabajamos junto con todas las fuerzas que quieren salvar nuestra Madre Tierra.
Las trabajadoras, las campesinas, las mujeres indígenas, las ecologistas, las activistas por los derechos humanos y las mujeres jóvenes del mundo resisten valientemente a todo esto: como individuos, en iniciativas, movimientos, organizaciones de mujeres, sindicatos, partidos, mediante la denuncia y documentación valiente de los crímenes, mediante procesos judiciales llevados a cabo con riesgo de sus vidas, mediante huelgas, organizando escuelas clandestinas, en movimientos de masas hasta insurrecciones. Cada vez más a menudo surgen situaciones revolucionarias en las que las masas ya no quieren vivir de la vieja manera y los en el poder ya no pueden gobernar de la vieja manera. ¡Pues hoy en día todos los seres humanos podrían tener trabajo, pan, salud y educación! Esto sólo es posible sin capitalismo, imperialismo y patriarcado.
Pero no nos engañemos: ninguna insurrección, ninguna revolución puede ser duradera si las personas consolidadas, arraigadas, conscientes, dispuestas a todo, no están organizadas en movimientos de masas, organizaciones de masas y partidos, y trabajan conjuntamente con plena confianza mutua. Sólo conjuntamente con la clase obrera internacional surgirá la fuerza superior al imperialismo, que es insuperable con claridad, perspectivas revolucionarias y relaciones mundiales. Contra todas las enconadas resistencias, la nueva sociedad de la liberación de la mujer y de toda la humanidad triunfará.
Los combates preliminares para ello se llevarán a cabo en la mente y el corazón de la gente. Las ideas destructivas, desmoralizadoras y divisionistas de los sectores dominantes deben perder su poder: fascismo, machismo, sexismo, colonialismo, racismo, nacionalismo, chovinismo, oportunismo, anticomunismo, posmodernismo, sionismo, abuso político de las religiones y los modos de pensar y de conducta relacionados con ellas.
Como Movimiento de las Mujeres del Mundo contribuimos decididamente a esto. Todas y cada una de nosotras asumimos la responsabilidad de nuestro ambicioso programa hasta la 4a Conferencia Mundial de Mujeres en 2027: trabajo diario de concienciación y organización del más amplio movimiento de masas de mujeres, desde la religión hasta la revolución. Fuertes jornadas mundiales de lucha el 8 de marzo, el 1 de mayo y el 25 de noviembre con convocatorias de la Conferencia Mundial de Mujeres, y movilizamos para la Jornada Mundial de la Paz . En estos días de lucha, queremos luchar juntas como mujeres del mundo contra las crisis globales y las guerras. El 8 de marzo debe ser un día festivo. Cuando el tiempo está maduro: ¡huelga de mujeres!
Dos conferencias continentales en cada continente. En 2024/2025 el 2o seminario teórico «Revolución de mujeres – transformación socioecológica – revolución socialista: ¿cómo vencemos al imperialismo?» Fortalecemos las coordinadoras de las mujeres del mundo, elegimos en el futuro cuatro en cada continente y nos comprometemos a incluir a las mujeres jóvenes del mundo (young world women). Las coordinadoras cooperan estrechamente, pero dos de cada continente se concentran en la coordinación continental y dos en la coordinación mundial. Instamos a las organizaciones, los partidos y movimientos: ¡Denles más recursos y apoyo! Promuevan el cambio generacional. Creemos comités de mujeres jóvenes continentales. Una joven de cada país participa en el comité. Formamos un comité de organización permanente para desgastarnos nunca en la desorganización.
Invitamos cordialmente: participen en la Plataforma de Mujeres del Mundo en el Frente Único Antiimperialista y Antifascista o en nuevas agrupaciones revolucionarias. Todas promovemos en nuestras organizaciones y movimientos la educación, la autoconciencia y la toma de funciones de liderazgo por parte de mujeres y jóvenes. Tendemos la mano a todos los aliados.
¡Mujeres y jóvenes del mundo! ¡Ha llegado nuestra hora!
Women and girls of the world! Our time has come!